Instalar un sistema de inodoro suspendido

1. Antes de nada, conviene tener una idea de dónde lo montarás. Coloca el bastidor del inodoro en el lugar elegido y ajusta su altura.

2. Asegúrate de que el bastidor está en línea paralela con el suelo y la pared con un nivel y perfora los agujeros para montar el bastidor en la pared.

3. Si aún no lo has hecho, deberás conectar la salida de aguas fecales del inodoro con la tubería de desagüe del baño. No dudes en consultar con un técnico si es necesario.

4. Ahora deberás instalar el tanque debajo del inodoro siguiendo las instrucciones del fabricante. Conéctalo al suministro de agua y comprueba su funcionamiento.

5. Generalmente, en el embalaje se incluyen los tornillos necesarios para la instalación del sanitario. Atorníllalos en el bastidor y monta finalmente la taza del sanitario en el bastidor.

6. Ahora, conecta la cisterna al tubo de descarga. Estos tubos deberían estar incluidos en el paquete.

7. Y ahora, el momento de la verdad: tira de la cadena para asegurarte de que no hay fugas.

8. ¡Eso es todo! Acabas de instalar un inodoro suspendido. Ahora, si lo deseas, puedes desmontarlo y cubrir el bastidor con baldosas, por ejemplo.

1. Normalmente, el fabricante incluye en el embalaje las instrucciones para montar el mecanismo de la cisterna. Síguelas y asegúrate de instalar las juntas de estanqueidad necesarias. Estas son vitales para evitar fugas de agua.

2. Corta el suministro de agua.

3. Una vez retirado el inodoro viejo, también deberás retirar el manguito (codo de plástico) usado de la salida del desagüe. Si se trata de una primera instalación, no hace falta que lo retires, pero si estás sustituyendo el váter por uno nuevo, tienes que desatornillar el usado y colocar el nuevo en la salida del desagüe. Por último, instala las tuercas de fijación y fija el manguito al suelo.

4. Ahora ya estás listo para fijar el inodoro al suelo. Eso sí, después de algunos preparativos: primero, coloca el váter en la posición que te gustaría que tuviera, porque así puedes comprobar si es ahí donde lo quieres antes de invertir tiempo y trabajo en el montaje. Cuando estés completamente seguro de que tanto el váter como la cisterna están en la posición correcta, puedes ponerte manos a la obra.

5. Marca en el suelo el lugar donde irán los tornillos de fijación y perfora en las marcas. Introduce taco químico en los agujeros con un cartucho con cánula que puedes utilizar con una pistola de silicona. Introduce los tornillos y deja que se seque. Deberás esperar unos seis minutos. Hechos los agujeros e instalados los tornillos, aplica silicona industrial a la base del inodoro y colócalo haciendo que los agujeros laterales coincidan con los tornillos en el suelo. Tras comprobar con un nivel que el inodoro no está inclinado, coloca finalmente las tuercas de fijación y apriétalas.

6. Después de fijar el inodoro al suelo, ajusta la tubería de desagüe a la parte trasera de la taza. Un consejo: si sellas la junta por dentro con una pistola de silicona, previenes posibles fugas.

7. En este punto ya puedes montar la cisterna. Como al probar tu inodoro, aquí también debes comprobar que todo está sellado correctamente. Las fugas nunca son bienvenidas en fontanería, pero, en los inodoros, aún menos.

8. Una vez has comprobado varias veces que las juntas de estanqueidad están colocadas correctamente, puedes montar el tanque en el inodoro con cuidado. Si la vas a fijar en la pared, puedes ayudarte de la pistola de silicona de nuevo, siempre fijándola con tornillos.

9. Ahora conecta la entrada de agua al inodoro colocando un latiguillo flexible para la toma de agua. Se aprieta con una rosca en cada extremo. Necesitarás para ello una llave inglesa o una fija. Este paso puede ser muy simple, pero podría complicarse si la instalación se ha de cambiar. En este caso déjaselo a un fontanero.

10. Abre la llave de paso del agua y comprueba que el suministro se para cuando el tanque de la cisterna está lleno. Ahora sí: ¡ya has montado tu inodoro!