El CUIDADO DE LOS ALIMENTOS: CÓMO ALIMENTARSE DE FORMA SALUDABLE

EVITAR LAS BACTERIAS EN LOS ALIMENTOS: CONSEJOS DE COMPRA Y ALMACENAMIENTO

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y de Nutrición (AESAN), como organismo autonómico adscrito al Ministerio de Consumo español encargado de promover la seguridad alimentaria y la nutrición saludable, ha elaborado varias recomendaciones del cuidado de los alimentos que publica a través de internet y en impresos. A la hora de hacer la compra, recuerda lo siguiente¹:

  • Tener en cuenta la fecha de consumo que debe ser preferentemente antes de la fecha de caducidad, además de saber diferenciar qué alimentos podrían ser aptos para el consumo pese a haber superado la fecha de caducidad. Además de la fecha, el olor, la textura y el aspecto de un producto también revelan si se puede consumir. De todos modos, los alimentos perecederos, no deberían consumirse después de la fecha de caducidad indicada en su envase.
  • Comprobar que los envases de los productos (y los mismos productos) están en buen estado, es decir, que no estén mojados, abollados, abiertos, dañados o hinchados.
  • Si hemos comprado alimentos congelados o perecederos, el transporte de estos a casa, debe hacerse lo más rápido posible, (sobre todo en verano), y en bolsas isotérmicas.

Para colocar la compra en la cocina, la AESAN también indica algunos consejos de gran valor²:

  • Almacenar los alimentos en lugares frescos y secos.
  • Para evitar que vayan insectos, por lo que los alimentos se deberían almacenar en una despensa y si no es posible en envases herméticos. Si se abre un envase y no se va a consumir el mismo día, el producto se ha de pasar a un envase hermético y guardarlo en la nevera.
  • La carne y los huevos se han de guardar en la nevera por separado y se han de utilizar envases para evitar el contacto con gérmenes.
  • La temperatura ideal de refrigeración se sitúa entre los 0 y los 5 °C, y los alimentos se distribuyen por los estantes en función de sus necesidades de conservación.
  • Los alimentos descongelados no se vuelven a congelar.
  • Para mejorar la conservación de los alimentos en casa, la nevera se ha de limpiar regularmente además de cuando se hayan producido goteos o derrames para evitar infecciones.
  • No puede dejarse la puerta del refrigerador abierta mucho tiempo. Conviene comprobar la temperatura interior con un termómetro.
  • Seguir el lema “First in, first out”, lo que quiere decir que se consuma antes lo que lleva más tiempo en la nevera, los envases ya empezados, así como los alimentos frescos para evitar la proliferación de las bacterias en los alimentos, además de que se pueda crear moho.
  • Los alimentos se deben sacar de la nevera cuando se vayan a consumir o a preparar.
  • Comprobar las fechas de consumo preferente o de caducidad del alimento para asegurarse de que puede al consumirse aún no se ha superado dicha fecha.

MANIPULACIÓN Y CONSERVACIÓN DE LOS ALIMENTOS

Para disfrutar de cada comida sin preocupaciones, las autoridades sanitarias recomiendan estas normas básicas de higiene en la cocina³:

  • Lavarse las manos: cuando se manipulan alimentos, hay que lavarse bien las manos. Esto incluye hacerlo antes de comenzar a preparar la comida, cada vez que se interrumpa la preparación para hacer otra cosa y cada vez que se vuelve del baño. Este gesto tan obvio, pero tan fácil de olvidar, adquiere vital importancia cuando se manipula carne cruda y verdura. También hay que procurar no tocarse la cara mientras se prepara la comida.
  • Delantal: el uso del delantal tiene la función de frenar la expansión de gérmenes por la vivienda. En términos generales, hay que procurar que no tenga restos orgánicos o de otro tipo por haber trabajado en el jardín o en la limpieza de la casa. Al cocinar, conviene quitarse el reloj y las joyas y procurar no estornudar ni toser cerca de la comida.
  • Cubrir las heridas: si te has cortado en un dedo al manipular alimentos, has de curarte la herida y taparla con una tirita o una venda impermeable. Los guantes protectores también mantienen las bacterias presentes en los alimentos alejados de las heridas.
  • Lavar los ingredientes: ya sean champiñones, carne picada o verdura, todos los alimentos crudos se han de limpiar bien antes de consumirlos o cocinarlos.
  • Manipular por separado: los envases se han de tirar enseguida a la basura y el agua que los alimentos crudos puedan desprender, se ha de retirar con papel de cocina. Se han de usar utensilios diferentes para cocinar la carne cruda y la verdura, (cuchillo, tabla de cortar, recipiente), y ni una ni la otra deberían entrar en contacto con la comida cocinada o que ya está lista para consumirse.
  • Seguir el orden correcto: mantener la higiene en la cocina resulta más fácil si primero se cocinan los alimentos que no necesitan ser calentados, (como son los aliños de ensalada o los postres). Después puedes continuar con la ensalada y otras verduras o frutas pensadas para consumirse sin procesar. Solo al final, puedes dedicarte a la carne o el pescado.
  • No tardar mucho en preparar la comida: los alimentos perecederos deberían sacarse de la nevera justo antes de prepararse o consumirse y cocinarse pronto. Si se va a tardar más tiempo, lo que no se vaya a consumir de inmediato puede volver a guardarse en la nevera.
  • Calentar a la temperatura correcta: las bacterias de los alimentos dejan de ser dañinas a una temperatura de entre 70 y 100 °C. Cuando se cocina un plato o se calientan restos del día anterior, la comida ha de calentarse durante al menos 15 segundos a una temperatura mínima de 70 °C. Los huevos, por su parte, deben cocerse durante al menos cinco minutos. Si es necesario, puedes ayudarte de un termómetro para estar seguro. Pero ¿cómo se mantienen los nutrientes de por ejemplo las hierbas aromáticas o la lechuga? En este caso, lavar estos alimentos a una temperatura elevada podría ser una solución intermedia.
  • Servir: cuando la comida está lista, se debe servir enseguida. Durante los últimos minutos de cocción puede mantenerse el fuego al mínimo para mantenerla caliente o dejarla en un recipiente que mantenga la temperatura.

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